La transformación hacia la economía circular en las empresas aragonesas, más cerca de hacerse realidad
La transformación hacia la economía circular en las empresas aragonesas está cada vez más cerca de hacerse realidad, gracias al proyecto EMBRACE, impulsado por la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA) en 2018.
Se trata de una iniciativa de cooperación en el marco del programa Interreg Med que tiene como objetivo apoyar los procesos de innovación en el área mediterránea y en los sectores que se han considerado prioritarios, como son el agroalimentario y vinícola, aplicando los principios de economía circular.
A largo del pasado año, y principios de este, un total de 14 pymes aragonesas han participado en esta iniciativa. Durante el proyecto, se han realizado un total de 15 eventos y formaciones: seminarios técnicos de ecodiseño, ecoetiquetado, biomasa, cursos de adhesivo de huella de carbono…En total, se ha contado con la colaboración de 130 instituciones.
La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta manera, el ciclo de los productos aumenta.
Las 14 pymes aragonesas que han formado parte de este proyecto son: De Molina, Azafrán de Teruel La Carrasca, Agrícola Gil, Taisi, Fontecabras, Pastelerías Manuel Segura, Cervezas Borda, Agrolácteos La Litera, Ecomonegros, Ecohelp Waste Management (EWM), Chenta Pirineo, Carnísima, Encantado de comerte y Guomango.
«El proyecto Embrace ha supuesto mucha mejora para nuestros proyectos. Siempre hemos tenido en cuenta la economía circular, sin saber que se llamaba así. Ahora, cada vez que implantamos un producto nuevo, un proceso nuevo o incluso en la contratación, tenemos muy en cuenta el sistema de economía circular que nos enseñaron. Durante el proceso, ya enlazábamos algunas de las líneas de acción que tenemos y desde entonces ya las aplicamos a la producción, aprovechamiento de recursos y en proyectos nuevos. Esto nos está haciendo mejorar ya que nos va a permitir ser más rentables», ha señalado la gerente de Ecomonegros, Laura Marcén.
La mayoría de las empresas que han participado se han dado cuenta, al final de todo el proceso, de que ya estaban aplicando la economía circular a sus empresas, por ejemplo, con la reutilización de residuos, y todas destacan la «buena experiencia» que han vivido y que le ven «un futuro prometedor» a la economía circular.
Por su parte, una de las propietarias de De Molina, Concha Molina, ha destacado que en su empresa lo que buscan es aprovechar al máximo el potencial que les ofrece la tierra. «Nosotras ya estamos aplicando todo lo aprendido. Tenemos nuevos productos que vamos a lanzar a raíz de participar en este proyecto. Nuestra empresa funciona también con el movimiento slow food, entonces buscamos también proteger cultivos y productos que, en estos momentos, están fuera de la industrialización. La economía circular tiene un gran futuro, pero hay que darla a conocer más. Entre todos empujamos un poco a que esto avance, a que no se quede solo en un concepto. Yo le veo salida, le veo futuro», ha indicado.
La sostenibilidad, el cuidado del medioambiente, el autoconsumo o el aprovechamiento de subproductos son factores clave en una economía circular. En conservas Taisi lo saben bien ya que llevan tiempo participando en este tipo de proyectos.
Para Alberto Pablo Torres, responsable del Departamento de Calidad, Medioambiente, Seguridad y Salud en el Trabajo de Taisi «las acciones de economía circular no solo se hacen al final de la producción para solucionar problemas sino que se valora toda la cadena de producción y se tienen en cuenta desde el diseño del producto». Esta empresa, ubicada en Calatayud, ha incorporado en la ficha de diseño de nuevos productos un capítulo de acciones de economía circular para que desde el inicio de los nuevos productos se tengan en cuenta estas acciones.
«Algunas de las acciones que realizamos en Taisi sobre economía circular son el aprovechamiento de subproductos que usamos como materias primas en otras partes de nuestros procesos, dándole una segunda vida a productos que eran descartados en la cadena de producción. La economía circular es una pieza fundamental para que las empresas sigamos siendo sostenibles, ya que nos permite poder continuar trabajando y mejorando siendo eficientes de forma colaborativa entre todas las empresas del sector», ha advertido Alberto Pablo Torres.
Sin duda alguna, el proyecto EMBRACE, ha sido de gran utilidad para las pymes participantes y muchas de ellas ya están aplicando lo aprendido con resultados «muy positivos».
TRES EXPERTOS INTERNACIONALES EN EL EVENTO FINAL
Este próximo lunes 30 de noviembre, de 9.30 a 13.30 horas, tiene lugar, de forma virtual, el evento final del proyecto Embrace. En él, tres expertos internacionales indicarán las claves para alcanzar la economía circular.
–Christiaan Kraaijehagen, estratega de innovación y autor del libro «Circular Business», guiará a través del proceso de redefinición de los propósitos de cada negocio.
–Andrea di Anselmo, cofundador de Meta Group con 25 años de experiencia en apoyo a la innovación y creación de empresas, definirá los resultados explotables clave del proyecto.
–Karin Huber-Heim, director científico del Programa de Maestría en Gestión de la Sostenibilidad, tendrá una conferencia sobre preparación para inversiones.
Además, hasta el próximo 29 de noviembre, en Aragón y en toda Europa, se está celebrando la Semana Europea de Prevención de Residuos. Un proyecto plurianual cuyo objetivo es promover la realización, durante una semana, de diferentes acciones sobre prevención y gestión sostenible de residuos.