“Productos de aquí, productos con historias”
“Productos de aquí, productos con historias”, es la nueva campaña de Eroski centrada en el vínculo emocional que sostienen las personas con los productos que llevan toda la vida cerca de ellos.
Consumiendo productos de aquí haces posible que más de 35.000 familias aragonesas sigan viviendo de la agricultura y la ganadería. Con esta idea creativa, Eroski conciencia sobre el valor de consumir productos de proximidad. Productos que forman parte del patrimonio de cada región y que nos permiten un desarrollo más sostenible.
Borraja, Jamón de Teruel, tomate de Barbastro… son productos de los que nacen historias, historias con un origen. Consumiendo producto de aquí haces posible que historias como estas que nos cuentan sigan sucediendo.
En las tiendas ofrecen más de 907 productos de origen de aragonés fruto de la colaboración con 133 proveedores de la tierra.
“Productos de aquí, productos con historias”, está basada en historias reales, vivencias que han tenido diferentes personas con los productos de cada región
Historia de Marta y Amalia con la borraja
“Recién llegada a Zaragoza, una compañera de universidad me invitó a comer. En la cocina estaba su madre cortando una verdura que no había visto nunca. Pregunté, con toda la inocencia del mundo, que qué era eso y las dos me miraron como si fuera marciana. Ahora, la borraja para mí es tan sagrada como lo es para todo Aragón.”
Amalia, Bilbao residente en Zaragoza
“Es una de las verduras más sanas y completas y existen mil y una maneras de preparar la borraja. Como buena aragonesa, me las sé todas: con jamoncitos, patatitas, sofrita, con pimentón, con almejas, ajos secos, espárragos trigueros… da igual cómo, siempre está riquísima.”
Marta, Zaragoza
Raquel Vicente, Turolense residente en Madrid
“En Aragón, en cualquier boda que se precie, en los canapés, hay una persona cortando jamón. Yo me cojo un vino o una cerveza y me pongo siempre bien cerquita. Además de en las bodas, es tradición tener jamón en casa. Cuando visito a mi madre me da también jamón del rico.”
Victor Antona Guillén, Aragonés residente en Madrid
“Cuando me fui a estudiar a Zaragoza, compartía piso y nevera. En mi parte, podía faltar un montón de productos, pero siempre, siempre, tenía jamón de Teruel. A eso no podía renunciar.”
Blanca, Calatayud
“Antes, no se cortaba el jamón tan finito como ahora. Antiguamente los mozos, los jóvenes, tomábamos las magras. Eran filetes de jamón, no lonchas, filetes, cortados con un dedo de grosor. También lo acompañábamos con tomate frito. Estaba buenísimo.”
Armando Justo, María de Huerva (Zaragoza)
Historia de Mila con el tomate de Barbastro
“Cuando estábamos en Sallent de Gállego, encargábamos kilos y kilos de tomate de Barbastro a un ingeniero agrónomo que con la crisis se reconvirtió a productor de este tomate. Era un tomate rosa, exquisito y gigantesco. Nos lo traía en furgoneta desde allí. Estábamos enganchados.”
Mila Arizon Fanlo, Laguarres (Huesca)
Historia de Elena y María con el Ternasco de Aragón
”Cuando éramos pequeñas, nos reuníamos toda la familia, unas 25 personas, todas las Noche Viejas. Era un momento de mucha ilusión por la fiesta en sí, por la familia y, por supuesto, por el terrasco.”
Elena Arizon Fanlo, Oscense residente en Madrid
”De pequeña, yo pensaba que ternasco venía de ternera, pero no, es carne de cordero, y muy sabrosa. El yayo lo llevaba a asar a un horno de leña en su propia ganadería.”
Elena Arizon Fanlo, Oscense residente en Madrid
”En las quedadas con mis amigas del colegio, siempre comemos ternasco. Es algo imprescindible. Solíamos reservar siempre en el mismo restaurante y cuando éste cerró, nos buscamos otro, pero también con ternasco. No puede faltar.”
María, Jaca
Historia de Victor y MArtina con las cerezas de Bolea
“En mi pueblo, había un jotero muy famoso de Aragón. Se llamaba José Iranzo, conocido como el pastor de Andorra, pero no de Andorra el principado, sino Andorra el pueblo de Teruel. Tenía una jota sobre las cerezas que decía algo así como que los besos eran como las cerezas, si tiras de una cereza que está en la cesta, salen todas detrás. También decía: si te doy un beso, puede suceder que te dé más de cien.”
Víctor Antona Guillén, Aragonés residente en Madrid
“Cuando era pequeña –mi padre siempre cuenta la anécdota– le pedí una caja de cerezas de bolea para mi cumpleaños. No quería juguetes, quería cerezas. ¡No podían gustarme más! La pena es que no era temporada y no pudieron regalármela.”
Martina, Tarazona
Hisotria de Victor, Laura, Pilar y Mireia con las migas aragonesas
“Estuve de Erasmus en Finlandia. Era un viaje larguísimo: de Zaragoza a Madrid, escala en Ámsterdam y de allí a Helsinki. Luego, un par de horas en autobús hasta Tampere. ¡Casi 24 horas! Pero fuera como fuera, todos teníamos que llevar jamón y migas. El jamón envasado al vacío, longaniza y varios paquetes de migas, facturados en la maleta. Mi mejor recuerdo europeo.”
Víctor Antona Guillén, Aragonés residente en Madrid
“Cuando éramos pequeños, los domingos hacíamos migas con la receta de mi abuela. Sin migas, los domingos no eran domingos. Ahora, sigo haciendo lo mismo en mi casa.”
Laura, Zaragoza
“Mi abuela era una excelente cocinera. Su especialidad eran las migas. Las hacía tan bien que mucha gente le pedía la receta y, ella dispuesta a mantener en secreto la receta familiar, siempre les contestaba: “las migas se hacen con hambre y pan duro”
Pilar, Zaragoza
“¿De dónde viene la expresión “hacer buenas migas”? Según mi abuela, de las migas aragonesas. Porque para hacer buenas migas hace falta paciencia, buen talante y buena coordinación de todos los elementos, igual igual que con la amistad.”
Mireia, Huesca
Historia de Pili, Juanjo, Paola y Miguel con las Fiestas del Pilar
“Las fiestas del Pilar siguen siendo sagrada, seguimos esperándola con la misma ilusión que cuando éramos niños. Cada una de nosotras prepara su especialidad: borrajas, tomate de Barbastro relleno, ternasco… y vamos de casa en casa probándolo todo hasta que llega la hora del pregón! Con muchos más años pero la misma ilusión!”
Pili, Zaragoza
“Buscar restaurante para comer ternasco e ir luego a escuchar el pregón provoca hasta discusiones en el chat de amigos!! Donde ponen el mejor ternasco de Zaragoza?? Hay opiniones para todos los gustos pero decidamos lo que decidamos ninguno faltamos a esa cita .”
Juanjo, Los Monegros
“Desde muy pequeñas mi madre nos llevaba a la ofrenda de flores a la virgen del Pilar, era mi mayor ilusión vestirme con el traje de gala tradicional!!. Luego íbamos toda la familia a comer borraja y ternasco a casa de mi abuela. Sigo haciendo lo mismo con mis hijas a ellas también les encanta vestirse de mañas.”
Paola, Zaragoza
“El primer recuerdo que tengo de las fiestas del Pilar son los pasacalles de Gigantes y Cabezudos! Me encantaban! Desde muy pequeños mi hermana y yo aprendimos a bailar jotas, ese día bailábamos en las fiestas y luego reponíamos fuerzas comiendo bien de Ternasco en casa de mi tía Marí. Inolvidable ese ternasco!!”
Miguel, Cuarte de Huerva